2019年11月24日星期日

El patito feo



Patito feo 
Un día de verano en el estanque del parque, todos los animales que allí vivían se sentían felices bajo el sol bañándose en el agua fresca, una pata esperaba que sus hijos nacieran.
– ¡Hace un día maravilloso! – pensó la pata mientras reposaba sobre los huevos para darles calor – Sería ideal que hoy nacieran mis hijos. Estoy deseando verlos porque seguro que serán los más bonitos del mundo.
Y se cumplieron sus deseos, pues a media tarde, cuando todo el campo estaba en silencio,  se oyó un pequeño ruido que despertó a la futura madre.
¡Sí, había llegado la hora! Los huevos empezaron a romperse y poco a poco, fueron asomando una a una las cabezas de los pollitos.
– ¡Pero qué preciosos sois hijos míos! – dijo la madre entusiasmada.
Sólo faltaba un pollito por salir. Se ve que no era tan hábil y le costaba romper el cascarón con su pequeño pico. Al final también él consiguió  salir del cascarón.
– ¡Mama, mama! – dijo el extraño pollito con voz chillona.
¡La pata, cuando le vio, se quedó espantada! No era un patito amarillo  como los demás, sino un pato grande, gordo y negro que no se parecía nada a sus hermanos.
– ¿Dice mamá?… ¡Tú no puedes ser mi hijo! ¿De dónde habrá salido una cosa tan fea? – le increpó – ¡Vete de aquí, impostor!
Y el pobre patito, con la cabeza gacha, se alejó del estanque mientras de fondo oía las risas de sus hermanos, burlándose de él.
Durante días, el patito feo fue de un lado para otro sin saber a dónde ir. Todos los animales con los que se iba encontrando le rechazaban y nadie quería ser su amigo.
Un día llegó a una granja y se encontró con una mujer que estaba barriendo el establo. El patito pensó que allí podría encontrar cobijo, aunque fuera durante una temporada.
– Señora por favor  ¿Sería posible quedarme aquí unos días? Necesito comida y un techo bajo el que vivir.
La mujer le miró de reojo y aceptó, así que durante un tiempo, al pequeño pato no le faltó de nada. A decir verdad, siempre tenía mucha comida a su disposición. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que un día, escuchó a la mujer decirle a su marido:
– ¿Has visto cuánto ha engordado ese pato? Ya está bastante grande ¡Creo que ha llegado la hora de que nos lo comamos!
El patito se llevó tal susto que salió corriendo, y se alejó de la granja todo lo que pudo. Durante muchos días y noches vagó por el campo y comió lo poco que pudo encontrar. Ya no sabía qué hacer ni a donde ir. Nadie le quería y se sentía muy triste.
Llegó por casualidad a una laguna de aguas cristalinas y allí vio una familia de preciosos cisnes. Unos eran blancos, otros negros, pero todos esbeltos. Nunca había visto animales tan bellos. Un poco avergonzado, alzó la voz y les dijo:
– ¡Hola! ¿Puedo darme bañarme en vuestro lago? Llevo días caminando y necesito refrescarme un poco.
-¡Claro que sí! Eres bienvenido ¡Eres uno de los nuestros! – dijo uno
– ¿Uno de los vuestros? No entiendo dijo el pato…
– Sí, uno de los nuestros ¿Acaso no conoces tu propio aspecto? Agáchate y mírate en el agua. Hoy está tan limpia que parece un espejo.
Y así hizo el patito. Se inclinó sobre la orilla y… ¡No se lo podía creer! Lo que vio le dejó boquiabierto. Ya no era un pato gordo y chato, sino que en los últimos días había cambiado y ahora era en un hermoso cisne negro de largo cuello y bello plumaje.
¡Su corazón saltaba de alegría! Nunca había vivido un momento tan mágico. Comprendió que nunca había sido un patito feo,  sino que había nacido cisne y ahora lucía en todo su esplendor.
– Únete a nosotros – le invitaron sus nuevos amigos – A partir de ahora, te cuidaremos y serás uno más de nuestro clan.
Y feliz, muy feliz, ahora sabia que no era un pato feo, si no que era un cisne precioso, se metió en el agua y compartió el paseo con aquellos que le querían de verdad.


  1. 妈妈在哪里
  2. 它等什么??
  3. 为什么它们都不喜欢小鸭子?
  4. 鸭子有什么感觉?
  5. 它做什么?
  6. 在湖里找到什么?
  7. 那么它不是一个鸭子是什么动物?

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